¿Asma mal controlada o bronquiectasias?
Uno de los motivos usuales de un paciente en la consulta de un neumólogo es un mal control de su asma.
Hoy en día, es sencillo controlar el asma mediante los efectivos inhaladores; por ello cuando un asmático no se controla, lo más probable es que no se trate realmente de un paciente asmático, sino que se trate de bronquiectasias, y si es así, el tratamiento va a ser muy diferente.
¿El asma qué síntomas tiene?
El asma puede ocasionar:
- Crisis de ahogo
- Sibilantes o «pitidos»
- Sensación de opresión precondial
- Expectoración blanca espumosa
Cuando el asma no se controla, posiblemente, o una de las causas que en mi práctica es muy frecuente, es que se trate de bronquiectasias.
¿Qué síntomas tienen las bronquiectasias?
Las bronquiectasias tienen una clínica muy parecida al asma bronquial:
- Episodios de disnea (ahogo)
- Sibilantes
- Pueden cursar con febrícula
- Expectoración, que es mas bien verdosa o amarillenta
- Carraspera
Entonces, ¿Cómo diagnosticamos que no se trata de un asmático y que se trata de un paciente con bronquiectasias?
Antes que nada, se debe afinar la historia clínica, en la cual, ya posiblemente en la infancia, detectaremos alguna enfermedad que haya podido padecer: una fiebre prolongada, una tuberculosis que haya pasado desapercibida, una tosferina, o una pulmonía; a veces en vez de antecedentes infecciosos se trata de pacientes que tienen un déficit congénito de inmunoglobulinas (“de defensas”) y en este caso, también personalmente y con frecuencia familiarmente se recoge una historia de haber padecido bronquitis, otitis u otras infecciones.
El diagnóstico definitivo ¿cómo se obtiene?
Además de una historia clínica meticulosa de los síntomas acaecidos anteriormente, nos orientaremos sobre todo por una TCAR: una tomografía computada de alta resolución o scanner torácico.
Es muy importante que se realice con la técnica de alta resolución, ya que con estos cortes mas finos (de dos o tres milímetros de grosor será cuando se visualizaran mejor los bronquios aumentados de calibre.
Y… ¿Cuál será el tratamiento?
El tratamiento será completamente diferente al del asma. El tratamiento será a base de administrar macrólidos, un tipo de antibióticos que, como eliminador de gérmenes (micróbios) es poco eficaz dadas sus resistencias a ser eliminados por este tipo de antibiótico, pero que, por el contrario poseen un excelente efecto antiinflamatorio bronquial.
En conclusión…
Cuando visitamos a un paciente asmático que no se controla bien, una de las primeras enfermedades en que debemos de pensar es si se trata de bronquiectasias; si finalmente realizamos el diagnóstico de bronquiectasias, le trataremos con macrólidos y el paciente mejorará mucho mas rápido y persistentemente que si sigue con los broncodilatadores.